Psalms 23

Entrada del Rey de la gloria

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1. Sin duda destinado en Israel al uso litúrgico, este Salmo dialogado se rezaba el primer día de la semana. Es muy probable que David lo compusiera para el traslado del Arca al Tabernáculo de Sión (II Reyes 6) y que luego haya servido, como observa Podechard para acompañar la vuelta del Arca victoriosa (cf. II Reyes 11, 11) y toda otra traslación de la misma (cf. III Reyes 8, 1 ss.). Varios expositores le atribuyen carácter mesiánico, representando la entrada del Arca a Jesucristo triunfante (versículos 8-10). De Yahvé es la tierra: cf. Salmo 49, 12; Éxodo 9, 9; Deuteronomio 10, 14; Hechos 17, 24; I Corintios 10, 26. Dom Puniet observa que Cristo quebró la dominación de Satanás y la tierra entera le fue sometida para siempre, según la expresión de San Pablo en Hebreos 2, 5.
De David. Salmo.
De Yahvé es la tierra
y cuanto ella contiene;
el orbe y cuantos lo habitan.
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2. La Escritura señala más de una vez este alarde de poder que los antiguos admiraban en el Creador y del cual se gloría Él mismo. Cf. Salmos 103, 9; 135, 6; Génesis 1, 9; Job 38, 6, etc.
Porque Él la asentó sobre mares
y la afirmó sobre corrientes.
3¿Quién será digno
de ascender al monte de Yahvé?
y ¿quién estará en su santuario?
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4. Las palabras Ni juró con doblez alteran el metro del verso hebreo. Muchos expositores las consideran como una glosa marginal y Rembold las suprime.
Aquel que tiene inmaculadas las manos
y puro el corazón,
que no inclinó su ánimo a la vanidad
[ni juró con doblez];
5él recibirá la bendición de Yahvé,
y la justicia de Dios su Salvador.
6Esta es la generación
de los que lo buscan,
de los que buscan tu faz,

(Dios de) Jacob.

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7 ss. Portones antiquísimos: Los de la antigua Jebús o Jerusalén “Es un apostrofe, invitando a las puertas (de Sión) a romper sus lindes, a engrandecerse y sublimarse (para dejar paso al Arca). Y estas palabras suenan con acento de majestad y de triunfo indecible” (Calmet). Cf. Salmo 117, 19 y nota. Según algunos, la pregunta que aquí reiteran los Portones (versículos 8 y 10) y la respuesta que reciben, confirmaría el carácter mesiánico de todo el Salmo, en cuyo caso la pregunta y respuesta del versículo 3 s. también aludirían al Mesías, único digno de recibir el Reino (cf. Daniel 7, 13 s.; Mateo 25, 31; Lucas 1, 32; Apocalipsis 5, 3 ss.). Según otros, las condiciones del versículo 4 serían, como en el Salmo 14, para todo el que aspira a ser admitido en Su Reino. La solución depende tal vez de como se interprete el versículo 6, en el cual, como observa Fillion, generación tiene el sentido de raza (cf. Lucas 21, 32 y nota) y Jacob podría también estar en genitivo, significando “tal es la raza... de Jacob”. ¿Quizá la reiteración de la pregunta (versículos 8 y 10) aludiría a un doble triunfo: el del Mesías y el de “su Dios y Padre”, a quien Él, según I Corintios 15, 24-25, entregará un día el Reino? Cf. Salmo 109 y notas.
¡Levantad, oh puertas, vuestros dinteles,
y alzaos, portones antiquísimos,
para que entre el Rey de la gloria!
8¿Quién es este Rey de la gloria?
Yahvé fuerte y poderoso;
Yahvé, poderoso en la batalla.
9¡Levantad, oh puertas, vuestros dinteles,
y alzaos, portones antiquísimos,
para que entre el Rey de la gloria!
10¿Quién es este Rey de la gloria?
Yahvé Dios de los ejércitos:
Él mismo es el Rey de la gloria.
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